Un madrileño decidió pasar sus vacaciones de verano en Tenerife, así que se puso en contacto con un amigo suyo residente en aquella isla para reservar un apartamento.
Los dos amigos se pusieron de acuerdo y no necesitaron ningún medio electrónico, postal ni de cualquier otro tipo para entenderse, tan solo hablaron. ¿Cómo es posible?.