Dos beduinos cabalgaban por el desierto camino a Bagdad, cuando encontraron a un viejo jeque tumbado en la arena hambriento y sediento. Los beduinos ofrecieron un poco de agua al jeque y cuando se hubo repuesto contó que había sido asaltado por un grupo de enmascarados.
El jeque preguntó a los beduinos si llevaban alguna cosa para comer, a lo cual el primer beduino contestó que aún le quedaban cinco panes y el segundo contestó que le quedaban tres panes. El jeque propuso que compartieran entre los tres toda esa comida y al llegar a Bagdad les recompensaría con 8 monedas de oro. Así lo hicieron. Al llegar a Bagdad al día siguiente se habían comido entre los tres los ocho panes y el jeque les quiso recompensar con 8 monedas, por lo que entregó cinco monedas al primer beduino y tres monedas al segundo.
Pero el primer beduino dijo: «El reparto no es correcto. Si yo di cinco panes me tocan 7 monedas y a mi compañero, que solo aporto tres panes, solo le toca 1»
¿Por qué dijo esto el beduino?