El señor Martínez conducía por la carretera con su hija sentada en el asiento delantero. El camino estaba helado. Al girar en una curva el coche resbaló y chocó contra un poste de la luz. El señor Martínez resulto ileso, pero a la niña se le rompieron varias costillas. Una ambulancia lo traslado al hospital más cercano. Entro en camilla a la sala de operaciones. El padre se quedó en la sala de espera. Cuando todo estuvo listo, quien iba a operarla la miro y dijo: «no puedo operarla; es mi hija»
¿Cómo puede ser?